*Take me Away* One-shot

hola, el otro día encontre este fic y me parecio muy lindo, espero que les guste. ^_^

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— Maldición…

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Estaba molesto, irritado, decepcionado. La vida se había encargado de darle lecciones un tanto prematuras. En ese momento anhelaba desaparecer. Correr. Emprender un rumbo lejos.

La noción de familia con la cual creció —hasta convertirse en todo un hombre—, se desmoronaba poco a poco. Peleas, maltratos, inferioridades. Todo aquello había más allá de las apariencias. Fugaku Uchiha se encargaba. Demostrar al mundo globalizado empresarial, que eran una elite de emprendedores. Personas inalcanzables para cualquier mortal. Pero se tornaba falso. Absoluta y completamente errado.

Sasuke Uchiha era un ser desgraciado. Solo vivía de su ego y arrogancia. Claramente con fines justificados. Belleza y dinero. Perfecta combinación. Sin embargo, no era nada más que una máscara que ocultaba la realidad. Realidad ajena al mundo convencional. Mundo que se mantiene vigente por estereotipos. Y él como uno de ellos.

— Sasuke, necesito tu colaboración en el nuevo proyecto —le dirigió su padre con aquella expresión impasible—.

— Olvídalo —escupió hastiado—.

— No es una petición, es una orden —la mirada que le dirigió, demostraba lo verídico de su afirmación—.

— Hn. ¿Qué es ahora?, ¿Mercado ilícito?, ¿Contrabandos internacionales? —comentó con su deje de ironía.

— ¡Basta Sasuke! —gruñó al momento de abofetearlo—. No voy a permitir que me hables en ese tono. Soy tu padre y como tal, me debes respeto. Por mi estás donde estás. Lo tienes todo, no comprendo tu comportamiento.

— Nunca te ha importado nada más que lo superficial —concluyó marchándose—.

— ¡Sasuke vuelve acá!. Aun no hemos terminado de conversar. ¡Sasuke!...

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La familia Uchiha siempre se caracterizó por la unión, por valores éticos y morales. Al menos, esa era la cosmovisión de sus pares.

Estaba constituida por Fugaku Uchiha, frío, calculador, arrogante. De una personalidad displicente. Magnate de las industrias. Mikoto Uchiha, ejemplar, sumisa, de carácter introvertido. De un carisma sin igual. Itachi Uchiha, el rezagado y tal vez —en su tiempo— el más querido y apoyado. No superó las expectativas al momento de enamorarse de una joven —inmunda según su padre—. Lo cual conyevó una serie de inconvenientes, conflictos, golpes.

Y Sasuke...

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— ¿Lo dejaste hablando solo?, ¡Ouch!, debe ser una terrible punzada para su ego, teme.

— Hn, como si me importara.

— ¿No te comentó de que trata?.

— Hn. —curvó su rostro en una sonrisa apenas perceptible, al recordar la cara de irritación con la que dejó a Fugaku en su intento de monólogo—. No lo dejé terminar.

— Tía Mikoto no...

— Ella me odia desde que él se fue. Aun cree que es mi culpa.

— Ya veo... La marca quedará por un tiempo, ¿Ne? —le dijo sonriendo—.

— Tsk... —dolía, si. Solo un poco. Frotó su mejilla en un intento de apaciguarlo.

— ¡Oi, teme!, ¿A qué no sabes?...

— No se qué, dobe, ¿Hm?

— Sakura-chan se va... —susurró triste—.

— ... — Vaya...

— Creí que lo sabías, siempre estaban juntos.

— Lo comentó hace un tiempo, no creí que fuese tan rápido. —Demasiado rápido...

Su rubio amigo continuó la plática. Temas triviales, sin mayor relevancia. Mientras el se sumergía en aquella burbuja.

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¿Por qué él y no otro?

—¡Arg!, ¡Déjame en paz! —gritó histérica la pelirosa.

Debía terminar aquellas papeletas con rapidez para poder realizar su viaje. Y aquel pelinegro caló bastante hondo en su corazón.

Para él nunca serían algo más que amigos.

Recordaba aquella declaración. Aquel rechazo implícito.


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— ¿Me estás escuchando? —Si. Comenzaba a desesperarse.

— ¿Podrías callarte un rato, usuratonkachi? —espetó fulminándolo con la mirada.

— Ok, ok. Ya comprendí.

'Sakura'

Negó con la cabeza. Ella era su amiga. Su molesta amiga. No pudo evitar sentirse estúpido. Desde el día en que ella le confesó sus sentimientos, su forma de pensar había dado un leve giro. Sakura estaba presente en cada uno de sus pensamientos.

— Tsk...

— ¿Sucede algo Sasuke? —era raro verlo tan ausente. Tan distante de la realidad. No llamándolo de manera improperiosa. Con calificativos que lo caracterizaban.

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— El próximo fin de semana me voy a París, Sasuke-kun...

— ¿Qué? — 'por qué'.

— Tengo una beca, puedo continuar estudiando... Además, es buen momento para emprender y alejarme de ciertas... personas que me hacen daño.

— ¿Te han lastimado? —apretó los nudillos. No era posible que él no supiera—.

— No. No de esa forma...

— ¿Hm?

En un acto inesperado, se abalanzó a sus brazos..

No esperó ser correspondida.


Pero allí estaba él, estrechándola contra su cuerpo en un fútil intento de tranquilizarla.

— Te quiero.

— ... —

— Yo...

— Es obvio, somos amigos —'Amigos'—.

— No. Nn, estoy enamorada de ti. —se sonrojó al instante. Estar en su pecho, siendo rodeada por sus fuertes brazos, aspirando su varonil aroma, la hacía perder la poca cordura que mantenía. Pese a ello, no quería cometer un error.

— ... —

— ... —

— Yo... no...

— Está bien... —fingió una sonrisa. Una sonrisa falsa, triste. Alzó la mirada y vio en aquellos pozos negros, algo que no pudo describir—. Deseaba decírtelo antes de irme.

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— Estoy bien, dobe.

'Mientes'


Tsk...

'Mentiroso, mentiroso, mentiroso'

Se irá y punto final.

'Se irá y no la volverás a ver'


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Al llegar a casa, debió cargar la furia familiar.

Un Fugaku enojado.

Una Mikoto ida.

Un Itachi ausente.

— Te vas. Te vas con lo puesto. Adiós tarjetas de crédito, adiós automovil. Adiós lujos. Adiós familia, Sasuke.

— ¿Crees que me importa?

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Su habitación impecable, limpia, ordenada.

Su maletín contenía lo preciso. Lo que él adquirió con su esfuerzo.

— ¿Adiós familia? Hn...

No pudo contener la ira, la impotencia que sentía.

La conciencia llegó a él al momento de divisar su puño derecho lleno de sangre y los trozos de vidrio en el suelo.

Oh.

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Dolía.

Cada articulación dolía.

Y mucho.

Lavó con cuidado. Él no tenía conocimientos médicos.

La sangre continuaba escapando.

Tragó pesado. Por un impulso, ¿Moriría?, ¿Desangrado?

'Imposible'

Tapó con lo primero que encontró a su paso.

Y se marchó.

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Sus pies lo guiaron al lugar que menos esperó.

'Sakura'

Siempre estuvo ahí, en cada momento, en cada lugar. De forma incondicional. De sentimientos puros, reales, transparentes. Muchas veces una verdadera molestia. Sonrió al recordarlo.

Extrañaba esa voz.

Extrañaba su mirada jade llena de vida.

Extrañaba esa sonrisa espontánea.

Extrañaba ese cuerpo que se amoldaba perfectamente a sus brazos.

En cambio, ella no volvería en su búsqueda. No con palabras precisas, pero interpretativas.

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— Sakura...

— No tienes de qué preocuparte, no quiero perder tu amistad...

— Yo...

— No volveré a molestar. No quiero continuar siendo una empalagosa. ¿Sabes? Te quiero, pero eso no significa que besaré el suelo por el cual caminas.

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— Mmm... Vamos, ¡Vamos!, No puede ser tan dificil... —Se recriminó. No podía darle tanto trabajo preparar esa gelatina—.

El sonido proveniente de la puerta la alertó.

'¿A esta hora?'

Se dirigió a abrir. No pudo creer lo que vio.

— Sasuke-kun...

Se encontraba cabizbajo. Debería retirarse. Perfectamente ella podría suponer que eran niños jugando.

'Adiós familia'

¿Pudo alguna vez, haberse llamado familia?

'Sasuke-kun...'

Alzó la mirada. Ella lo observaba estática. Asombrada.

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— Sakura.

Se le acercó, temiendo que fuese una de aquellas tantas ilusiones en que él golpeaba la puerta de su casa, y la besaba de forma loca y desenfrenada. Se sonrojó.

No pudo retener por más tiempo el impulso de abrazarla y encontrar en sus brazos el refugio que le fue negado.

Se sorprendió.

— ¿Sasuke-kun?, ¿Q—qué...?

Hundió el rostro en su cuello, mientras la mantenía fírmemente pegada a él.

Aspiró su aroma.

Por un momento olvidó que el resto existía.

— Gracias, Sakura.

Se dedicaron una mirada cargada de emociones. De sentimientos inexplicables.

— Ahm... pasa. Yo... bueno... —tonta. 'tonta'. Mentalmente todo era un caos—. ¿Quieres un café? —musitó mientras él tomaba asiento. Asintió.

Luego de minutos, prácticamente eternos, apareció con una bandeja que contenía panesillos, y dos tazas de café.

— Estoy en la calle. —soltó de repente mientras bebía un sobo—.

— ¿Como? —no podía procesar la información. Era ilógico—.

— Hn. Lo que escuchaste. No tengo nada.

¿Sería posible que...? ¿Nada?.

— Te equivocas, Sasuke-kun —le dijo con una sonrisa que desarmaba todas sus barreras.

— ¿Mmm?

— Me tienes a mi.

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Al momento de depositar la taza en la bandeja, se percató.

— Sasuke-kun, ¿Tu mano...?

— No es nada.

— Pero... — susurró tomando su mano para observarla—.

— Tsk... —lo vio fruncir el seño en señal de que algo andaba mal—.

— Déjame ver.

No tuvo remedio, más que enseñarle lo que ocurrió.

— ¡Sasuke! —exclamó preocupada—. ¡¿Qué hiciste?!, Dios, esto está mal.

— Rompí el espejo.

— Ven acá —gruñó molesta llevándolo al cuarto de baño.

Debió quitar todo trozo incrustado.

Limpiar.

Dejar el agua correr por su piel.

Desinfectar.

Vendar.

Mordió su labio inferior preocupada. ¿Tan fuerte discutieron?

— No quiero molestar, es mejor que me vaya —le dijo sin tapujos, poniéndose de pie—.

— ¡No!, espera —'Quédate'

— ¿Hmm?

— Quédate...

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Los destellos solares golpeaban de lleno su rostro. Abrio los ojos con pesadez y recordó lo acontecido aquella noche. La forma como le dio a entender que confiaba en ella y que le agradecía desde lo más recóndito de su ser. Se revolvió entre las sábanas y volteó para encontrarse con sus orbes negras hipnotizantes que la observaban con profundidad. Ambos compartieron cama, pero no de manera íntima.

— Buenos días, Sasuke-kun.

— Buenos días, Sakura.

Ahora debía volver a comenzar. Iniciar una vida.

— Tengo que ver los últimos detalles de mi viaje, parto mañana — murmuró disimulando una agónica felicidad—.

— Te acompaño.

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Una llamada esperada. Palabras inesperadas.

— ¿Ino?

— ¡Uhh!, Tonta frente de marquesina, ¿No pensabas despedirte? —le escupió con reproche—.

— No es eso, es que... bueno, me distraje.

— ¿Mmm?, ¿Esa distracción tendrá nombre y apellido, ne?

— ¡Ino!

— Lo que sea, esta noche debes descansar así que no organizaré nada, aunque las ganas me carcomen.

— Gracias por todo, cerda. Te quiero mucho. Y recuerda que me debes visitar.

— Claro que lo haré. Cuidate mucho. Te quiero.

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Disfrutó su último día junto a él, al máximo. Y pese a que el sentimiento no fuera recíproco, sintió la emoción más próxima a la plenitud.

Se separaron por instantes, en los que cada uno realizó trámites personales.

Al llegar a su departamento, el ambiente se tornó tenso. Faltaba poco.

— Puedes permanecer aquí el tiempo que estimes conveniente —que más da. Ella se iría, él se quedaba—.

— Hn... 'supiera'.

— Mi vuelo sale temprano, creo que es momento de despedirme.

— ... — 'últimos ahorros'

— Muchas gracias por todo, Sasuke. Por ser mi amigo. Por dejarme entrar en tu vida y conocerte —sus ojos se cristalizaban. Oh, cuanto le extrañaría—.

— Ven... —no arruinaría la sorpresa, pero verla así lo descolocaba—.

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Estaba dormido y decidió no entorpecer su sueño.

Sonrió.

Amaba a ese hombre con cada fibra de su piel. Con su corazón.


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El altavoz anunció. "Vuelo 652 con destino a París, despegará en diez minutos".

Ya nada importaba. Ambos comenzarían de nuevo.

Se dirigió al avión. Esperaría pacientemente la partida.

Observaba por la ventana, ausente.

Al momento de emprender viaje, sintió una silueta tomar asiento a su lado.

Giró.

Y lo encontró.

— ¡Sa-Sasuke!... Qué...

— Buenos días, Sakura —le respondió a la vez que sus labios se curvaban en una leve sonrisa—.

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O///O Sa-Sasuek - kun jijiji que belloooooooo se fue con ellaaaaaaaaaaaaaaaa Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que bonito final jijijiji me divirtio mucho ese final termine riendome a carcajadas jijiji que bello jajajajajajaja kyaaaaaaaaaaaaaaaaa >////<

que tierno *----*
awwww muy lindo el fic ¡
y s efue con ella que amoooor¡¡¡